martes, 1 de enero de 2008

UN PASEO POR LAGO ARGENTINO


Una mañana de Junio de 2006 con una temperatura de -22, saliendo de noche cerrada a eso de las 8 de la mañana, subimos a un bus de excusiön con punto de partida Puerto Banderas, desde alli tomamos el barco que nos llevo al Glaciar Onelli, donde después de un pateo entre un bosque de cuentos y un rio que se dejaba oir, nos encontramos con el lago Onelli congelado y al fondo el glaciar que parecia dormido sobre la ladera, tan lejos y tan cerca como para invitar a subirse al lago congelado y acercarse hacia el, un sitio para contemplar por muchas horas. Encontrando animales salvajes, vacas y caballos, comiendo en las laderas de la montaña.



Todo en un ambiente muy especial, con nubes muy bajas, poca luz, como si además del campo visual se sumara un marco de sentimiento para completar las sensaciones tan especiales en ese momento vividas.



El bosque me enseño a conocer esos nudos en los arboles que yo tanto admiraba y el causante de ello, el Pan de Indio, viendolo en todo su explendor. Imagenes que nunca se borran de la mente, dejando una sensacion de vacio que solo llena volver a verlas una y otra vez.